LA CHÍA Y SU IMPORTANCIA EN LA ALIMENTACIÓN
La chía pertenece a la familia de
las Lamiaceae y al género Salvia, que incluye unas 90 especies
que se distribuyes extensamente su producción en varios países. La chía es una
planta herbácea anual que mide de 1 a 1,5 m de altura, con tallos ramificados,
que se caracteriza por sus flores llamativas de múltiples colores. El fruto o
las semillas son ovaladas, suaves, brillantes y miden entre 1,5 y 2,0 mm de
longitud. Según la variedad su color puede ser blanco o negro grisáceo con
manchas irregulares que tienden a un color rojo oscuro.
En la actualidad existe una búsqueda
y revalorización de sustratos provenientes de fuentes naturales que presenten
constituyentes o productos derivados aplicables al desarrollo de alimentos, los
cuales incidan en la nutrición mediante el aporte simultaneo de efectos
benéficos para la salud.
Teniendo en cuenta las tendencias
actuales de los consumidores en cuanto a la ingesta de alimentos ricos en
ácidos grasos poliinsaturados (ω-9, ω-6,
ω-3), fibra dietética y antioxidantes con propiedades benéficas para la salud,
para prevenir o controlar las enfermedades crónicas (diferentes tipos de cáncer,
enfermedades crónica, colesterol, diabetes, obesidad, etc.), la chía es un
cultivo con importantes propiedades nutritivas, cuyos componentes podrían
contribuir en el desarrollo de alimentos funcionales.
Las cualidades nutricionales de
la semilla de chía y de los productos derivados (aceite, harinas y mucílago) de
la misma han comenzado a ser revalorizados dado a su elevado contenido de
ácidos grasos poliinsaturados, principalmente ácido linolénico ω-3 (aproximadamente
60%), antioxidantes (ácido clorogénico, miricitina, quercetina, kaempferol y
flavonoides), vitaminas y minerales (riboflavina, niacina, tiamina, calcio,
fosforo, potasio, cinc y cobre) y fibra dietaria.
Las semillas de chía, deben ser
considerados como excelentes integradores alimentarios, dada a su riqueza en
componentes nutricionales. Las semillas de chía representan la fuente vegetal
con más alta concentración de omega 3. Poseen un 33% de aceite, del cual el
ácido linolénico representa el 62% y el linoleico el 20%. La chía es el cultivo
con mayor porcentaje de ácidos grasos esenciales al tener el 82% de sus lípidos
con dicha característica.
Las semillas de chía contienen una muy
buena cantidad de compuestos con potente actividad antioxidante (principalmente
flavonoides). Los antioxidantes, además de resultar un saludable aporte
dietario y terapéutico, sirven a la buena conservación del aceite. Los
antioxidantes protegen de tumores, afecciones cardiovasculares, inflamaciones, virus
y radicales libres
La chía es una excelente fuente de proteínas
que proporciona todos los aminoácidos esenciales. Comparada con otras semillas
y granos, la chía provee la más alta fuente de proteínas, entre el 19 y 23% de
su peso en proteína. Contiene además fécula, mucílago y aceite (una proporción
que varía entre el 30 y 35%). Una de las propiedades sobresalientes, única en
la chía, es la habilidad de absorber agua en más de 12 veces su peso. Esta
habilidad de sostener agua, puede prolongar hidratación y retención de
electrolitos en fluidos del cuerpo, especialmente durante grandes esfuerzos
físicos. Una normal retención de fluidos asegura una adecuada dispersión de
electrolitos para cruzar la membrana celular y mantiene un buen balance de
fluidos para ayudar a las funciones celulares.
En materia de minerales, la chía se
destaca. Posee 714 mg de Ca en la semilla entera y 1180 mg de Ca en las
semillas parcialmente desgrasada (harina); a comparación de la leche que tiene
125 mg, es decir entre 6 y 10 veces menos. Además, posee gran riqueza en hierro
(16,4 mg), magnesio (390 mg), potasio (700 mg) y fosforo (1.057mg) y buenos
valores en cinc y magnesio.
Otra virtud de la chía es su buena
cantidad (27%) y calidad de fibra, sobre todo en forma de fibra soluble (mucílagos).
Este tipo de fibra retarda el índice de glucosa en sangre y reduce la absorción
de colesterol.
A nivel internacional, las semillas de
chía son considerado como suplemento dietario por la FDA (Food and Drung
Administratión). En este sentido, en el año 2009, quedó atizado en el mercado
comunitario (Unión Europea) la comercialización de las semillas de chía (S.
hispánica) y semillas de chía trituradas, para ser utilizadas como un nuevo
ingrediente alimentario en productos de panadería con un contenido máximo de
semillas de chía de 5%. Además, la industria alimentaría de diversos países,
utilizan las semillas de chía o su aceite en la elaboración de productos tales
como cereales, jugos de frutas, suplementos dietarios, bebidas energéticas,
etc.
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